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Elegir una ruta de senderismo: Factores a considerar

Continuamos con la serie de entradas dedicadas a aquellos compañeros que se están iniciando en esta actividad tan bonita como es el senderismo. Estos textos pretenden incluir información que a mi personalmente me hubiera gustado saber cuando empecé a recorrer senderos. Hoy me voy a centrar en los factores que hay que tener en cuenta a la hora de escoger una ruta de senderismo.

La finalidad es que os ayude a elegir la ruta que más se adapta a las necesidades de cada uno y proponeros que tengáis en cuenta varios aspectos que pueden hacer que esas primeras salidas por los senderos os animen a incorporar la actividad de senderismo a vuestra vida. Al mismo tiempo he añadido cosas que pienso son importantes para gente de cualquier nivel. Considerar también que estos factores no están en ningún orden en particular.

Distancia

Aunque los mencione por separado, este factor y el siguiente (desnivel) se deben considerar en conjunto. En cuanto a la distancia, por supuesto vosotros sois los que mejor podéis juzgar el número de kilómetros que podéis caminar. Lo único que os aconsejaría es que, especialmente en las primeras ocasiones en las que hacéis senderismo, escojáis rutas con una longitud mucho menor de la que podéis caminar. De esta manera podéis estar seguros de que aunque exista algún contratiempo podréis volver al coche sin problemas. Por contratiempo me refiero a cosas como por ejemplo:

  • Os habéis desviado de la ruta sin daros cuenta y habéis tenido que encontrar el camino otra vez

  • El llevar la mochila en la espalda ha disminuido la distancia que podéis caminar con comodidad

  • El aparcamiento cerca de donde comienza la ruta estaba lleno y tuvisteis que aparcar más lejos de lo que esperabais, incrementando así la distancia a recorrer a pie.

Aunque parezca una tontería, cosas así pasan. De hecho todo esto que acabo de mencionar me ha ocurrido a mi personalmente.

Desnivel

Como he comentado antes, este factor y la distancia deben considerarse en conjunto. Cuando hablo de desnivel me refiero a la altitud caminada en subida (desnivel positivo) o en bajada (desnivel negativo). La suma de todos los metros que subes o bajas durante una ruta se denomina desnivel acumulado.

Aquí tengo que repetirme de nuevo y decir que vosotros sois los mejores jueces para decidir si una ruta tiene demasiado desnivel o no. Personalmente yo recomendaría que si estáis empezando senderismo no escojáis una ruta con más de 300 m de desnivel, especialmente si no estáis acostumbrados a hacer deporte.

Si queréis decidir a simple vista si una ruta es dura o no de hacer sólo tenéis que echarle un vistazo al gráfico que representa la altitud con respecto a la distancia (el gráfico de elevación). Si el gráfico representa poca elevación (menos de 300 m.) y muy poca distancia (menos de 4 km) es una buena indicación de que la ruta es factible para alguien que está empezando. En el resto de los casos deberéis de juzgar por vosotros mismos. Ni que decir tiene que si estáis haciendo una ruta de senderismo no está escrito en piedra que tengáis que finalizarla. Quiero decir con esto que si veis que no os va a ser posible terminarla por que es más dura de lo que pensabais no pasa nada si tenéis que dar la vuelta. Siempre podéis volver otro día y finalizar la ruta.

Estado de la ruta

En ocasiones una ruta parece muy buena sobre el papel. Por ejemplo tiene la distancia que estáis buscando, el desnivel perfecto para vuestra condición física, pero por supuesto hay más cosas a tener en cuenta. Una de ellas es el estado en que se encuentra el camino. Algunos ejemplos que pueden ilustrar a lo que me refiero son cosas como:

  • Existe alguna parte del camino bloqueada (a lo mejor por árboles caídos, por deslizamientos de tierra o piedra o por cualquier otra cosa).
  • Zonas embarradas que hacen complicado el pasar por determinados segmentos de la ruta en días de lluvia o cuando ha llovido recientemente
  • Existencia de minas abandonadas con pozos no visibles

Recordar que existe una clasificación de rutas de pequeño recorrido dependiendo de su estado: homologada, con dudas y no homologada. He hablado de ello en otro vídeo así que no me voy a repetir aquí, sólo deciros que las rutas de pequeño recorrido homologadas se encuentran en perfecto estado para recorrerlas.

Popularidad

En el pasado esto era una cuestión de preferencia: hay gente que prefiere disfrutar de la naturaleza en soledad y otra gente que prefiere hacerlo en compañía. Dentro de este segundo grupo hay personas a las que les importa compartir la ruta con un montón de gente y otras a los que le da lo mismo. Hoy en día estamos en un momento en el que estar rodeado o no de mucha gente cuando se hace una ruta de senderismo puede ser un factor importante a tener en cuenta.

Está claro que existen rutas de senderismo que por su popularidad están llenas de gente. Cuidado porque esto para una persona que está empezando puede ser una ayuda, puesto que te da la confianza de que si tienes algún problema nunca estarás lejos de alguien que te pueda echar una mano.

Ni que decir tiene que es difícil evaluar al popularidad de una ruta si no la conoces o no la has caminado anteriormente. De hecho, es más que probable que si has oído acerca de una ruta de senderismo y estás empezando es debido a que es una ruta popular. Una forma rápida de saber si una ruta atrae un montón de gente o no es buscar en internet, quizás utilizando el nombre de la zona que queréis visitar y la palabra clave “rutas populares”. Por poner un ejemplo, la Ruta del Cares se lleva la palma de ruta popular en el norte de España. Después tienes sitios como la zona de los Lagos de Covadonga o la ruta del Alba que suelen atraer un montón de gente también.

Como recomendación os diría que si os gustaría hacer una ruta popular siempre podéis escoger una época del año y día de la semana que os ayude a tener menos gente alrededor cuando la recorréis. Un poco más adelante hablaré de este factor.

Señalización

Alguien que es nuevo en la actividad de senderismo es muy probable que tenga poca experiencia en el uso de mapas o GPS. Una ruta de senderismo que está bien señalizada nos ayuda a disminuir la probabilidad de que nos perdamos. Las rutas de senderismo de pequeño recorrido homologadas tienen una buena señalización que nos ayuda a seguir el sendero con facilidad. En ese sentido, si sois nuevos en la actividad quizás hacer una ruta PR (de pequeño recorrido) sea una buena forma de empezar. En otras ocasiones, la naturaleza de la ruta nos asegura que sea casi imposible perderse puesto que sólo existe un posible camino a seguir: este es el caso en rutas como la de las Xanas, ruta del Alba, ruta del Cares o ruta de Bezanes a Brañagallones, por poner algunos ejemplos. En todo caso tengo que ser pesado e insistir que siempre que se haga senderismo se debe llevar al menos dos métodos alternativos de orientación.

Fuentes disponibles

Cuando se hace senderismo es fundamental llevar agua (yo diría que como mínimo un litro). Lo del agua parece una tontería pero si, por poner un ejemplo, estamos recorriendo una ruta en verano y con un calor impresionante el tener la garantía de que hay agua a lo largo del camino es muy de agradecer. Otras veces tenemos que adaptar la cantidad de agua que llevamos en la mochila en función de la distancia a recorrer, la época del año, el desnivel y la existencia o no de fuentes. Al mismo tiempo, si tenemos la garantía de que existen agua a lo largo del camino no tenemos que llevar mucha líquido y ahorramos de llevar peso en la mochila, lo cual es muy de agradecer.

Sombra

Con este factor pasa un poco lo mismo que con la existencia de fuentes: es algo que se agradece mucho especialmente en época de calor. Y es que hay que tener en cuenta no sólo lo fácil o difícil que la ruta es, sino también si seremos capaces de recorrerla con relativa comodidad. Hacer una ruta en verano y con un sol de justicia puede llevar riegos adicionales como insolación, quemaduras o incluso la incomodidad de no poder pararse en ningún sitio a descansar puesto que si lo hacemos aumentamos todavía más el peligro al que nos exponemos.

¿Circular o Lineal?

Como sabéis, existen rutas donde se empieza y acaba en el mismo sitio (rutas circulares) y otras donde una vez que se llega al final de la ruta, hay que retroceder sobre nuestros pasos. Es más, existen otras rutas que tienen más bien forma de herradura, es decir, donde es posible encontrar un camino más corto desde la parte final de la ruta hasta el sitio donde hemos dejado aparcado el coche.

Lo que quiero decir con todo esto es que, antes de decidir si vais a hacer la ruta o no tenéis que tener una idea muy clara de la distancia que tenéis que recorrer.

Si la ruta es lineal y cubre una distancia relativamente larga es importante asegurarse de que tenéis forma de volver al coche. Por ejemplo podéis informaros de si existe un servicio de taxi al que podáis llamar y que esté disponible el día en el que tenéis pensado recorrer la senda. En rutas lineales cuando hay al menos dos coches, una opción es dividirse en dos grupos: cada grupo aparca el coche y comienza la ruta en un extremo opuesto. Cuando ambos grupos se cruzan (mas o menos a mitad de camino), se intercambian las llaves del coche y cuando terminan la ruta se reúnen en un lugar pactado.

Esto son sólo algunas ideas pero lo fundamental en este apartado es tener toda la información posible acerca de lo larga o corta que es la ruta y asegurarse de que no tendréis ningún problema a la hora de volver al coche. A fin de cuentas esto es lo más importante.

Geografía del terreno

De nuevo este es un aspecto del senderismo que no se menciona mucho pero que me parece de una importancia tremenda. Hay aspectos del terreno por el que pasa una ruta que pueden ser muy importantes desde diversos puntos de vista. Voy a poneros algunos ejemplos para que veáis a que me refiero:

  • Imaginaros que la ruta pasa por acantilados totalmente expuestos, es decir sin barrera. Si deseáis hacer la ruta con niños esto sería un problema.

  • Otro ejemplo es si padecéis de vértigo y la ruta os lleva a la cima de una montaña que tiene bastante caída quizás sea mejor evitar hacerla.

  • Puede que la ruta atraviese pasos donde la recepción del GPS o teléfono es inexistente

  • Incluso es posible que la ruta pase a través de zonas boscosas y de terreno abrupto donde es muy difícil seguir el camino

Con todo esto quiero decir que el conocer cómo es el terreno antes de hacer la ruta puede ayudarnos a decidir si es el tipo de excursión que podemos hacer o quizás sea mejor encontrar una ruta que se adapte mejor a nuestras necesidades.

Una forma de saber cómo es el terreno es usar un mapa topográfico. Otra opción es buscar algún vídeo de la ruta o incluso cargar el track de la ruta en Google Maps y utilizar la opción de ver el mapa en modo satélite.

Época del año

Elegir bien cuando hacer una ruta de senderismo puede ayudar a aumentar su disfrute. Y es que hay rutas cuya belleza aumenta en determinadas épocas del año.

Por poner un ejemplo, pasar por zonas de hayedos en otoño nos permite disfrutar de los colores rojizos, amarillentos y anaranjados que nos muestran las hojas de estos preciosos árboles. Si nuestra ruta tiene por objetivo visitar una cascada, quizás sea conveniente recorrerla cuando exista la seguridad de la cascada va a tener bastante agua.

Claro está que hay más factores a tener en cuenta que la belleza de la ruta, por ejemplo la seguridad. Existen rutas que por su longitud o elevación no es conveniente recorrer cuando los días son cortos o cuando la senda está cubierta de nieve por poner un par de ejemplos. Recorrer esas rutas en determinadas épocas del año pueden ser un riesgo para nuestra seguridad, especialmente si estamos empezando en la actividad de senderismo. Soy consciente de que a veces no es posible escoger los días de vacaciones y lo entiendo pero en mi opinión a veces el riesgo supera con mucho los beneficios de hacer algo. Personalmente recomendaría no hacer rutas largas y en lugares elevados en invierno porque puede ser peligroso.

Considerar también que si una ruta es muy popular puede estar totalmente llena de gente. En algunos caso es posible incluso que tengáis que hacer cola para recorrerla. En estos casos una opción es escoger el día de la semana de forma que minimizamos la posibilidad de aglomeraciones. Por ejemplo no es lo mismo hacer una ruta popular un sábado en un día de sol que un lunes cuando el tiempo está un poco nublado.

Finalmente considerar lo que yo llamo rutas Cenicienta. Se trata de sendas similares a otros recorridos más populares pero que no son tan conocidas. Por poner algunos ejemplos:

  • Bosque de Moal sería la cenicienta de Bosque de Muniellos

  • Orlé en dirección a Pendones sería la cenicienta de la Ruta del Alba

  • El desfiladero de las Xanas sería la cenicienta de la ruta del Cares

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